Melinda SZABADOS-BÁNYAI*
JÁSZFÉNYSZARU, HUNGRÍA.- El correspondiente de mamá en húngaro es ”anya” una palabra que oigo cientos de mil veces durante el día, especialmente estos días, cuando ambas niñas están enfermas y la mayor está en casa también. Ser madre y todo lo que implica es un tema bastante complejo, tratado en varios libros, pero para cada quien significa algo diferente. Si hay que dar una definición la mía sería un estado de angustia, una fuente de alegría y estrés constante y un racimo infinito de retos y problemas por resolver o superar. Ser madre en unas palabras significa emoción y fuerza, una sensibilidad más intensa y una fuerza enorme para aguantar y para poder ¡con todo! Somos unas heroínas de lo cotidiano, cuando ponemos la mesa, recogemos la mesa, cambiamos pañales, lavamos los platos o la ropa, preparamos la comida y nos acordamos de todos las actividades de todos, porque claro la mamá sabe cuando es evento festivo en la guardería y cuál es el horario de papá. Un círculo de tareas domésticas infinitas, migajas de tiempo para ti sola o para cargar tus baterías y en mi caso una angustia por las enfermedades y un estrés grande.
Tener dos niñas enfermas en casa no es fácil. Hacer la lista diaria de tareas con pocas horas de sueño no es nada fácil, aprender a conducir con pocas horas de sueño no es nada agradable, pero después de unos días ya te acostumbras, a las pocas horas de sueño y con una dosis alta de café haces todo lo que puedes. Tratas de hacer lo que puedes en el papel de madre que es el más complejo de todos. Te transforma, te llena pero en el mismo tiempo te vacía y te muestra todo lo que tienes que trabajar en ti mismo para convertirte en una persona mejor y al mismo tiempo en una mamá mejor.
A mí me encantaría dejar algunas cosas, dar rienda suelta a muchos temores y miedos. Pero estoy también consciente de que muchos de estos temores se crearon, nacieron, precisamente debido ha este estado de aislamiento, de no tener a nadie cerca, de no tener a nadie para ayudar o para ocuparse de las niñas algunas horas. Nosotros no conocemos este estado bendecido de tener a nuestros padres cerca, nuestras niñas no conocen la experiencia o la aventura de pasar unas horas o unos días con los abuelos.
Esto es lo que nos toco vivir y hemos desarollado un sexto sentido de poder con todas las situaciones salir adelante siempre. Cuando miro hacia atrás me doy cuenta de la inmensidad de cosas que hemos logrado superar, resolver, ordenar siendo solamente nosotros dos y las niñas.
Créanme es agotador y muchas veces se te parte el alma, pero tomas a tu pareja de la mano y empiezas un nuevo día. Con pocas horas para nosotros o para nuestra pareja tratamos de mantener nuestro amor vivo y presente. De este amor nacieron nuestras niñas y precisamente ellas nos unen y a veces nos alejan una contradicción más de nuestras vidas. Mientras logramos encontrar el camino de vuelta hacia el corazón de nuestro pareja todo se puede resolver y lo importante es aferrarte a su mano durante la tempestad o durante días soleados también. Nos deseo amor y muchas ocasiones para poder mostrar su amor.
*Master en escritura creativa, amante de la literatura, teatro y música. Madre de dos hijas.
szabadosbanyaimelinda@gmail.com