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DETRÁS DE LA NOTICIA

Alfredo MARTÍNEZ DE AGUILAR

Yolanda Peach y Gil Rivera escriben y cantan felices a la Vida y a la Muerte                      en la obra prima “La Cruz que Florece” y la melodía “Feliz de la muerte”

  • En el Libro La Cruz que Florece, Yolanda Peach manifiesta inteligencia, sabiduría y humildad, al destacar que la muerte es poca frente a la mucha vida que podemos disfrutar en este plano y dimensión terrenal, si aprendemos a vivir sin miedos.

  • Gil Rivera, quien contribuyó al triunfo de la banda Bronco con la popular canción “Mi amigo Bronco”, escrita en honor a Homero Hernández, al fallecer el director y cofundador de Bronco, presentó el video oficial de su melodía “Feliz de la muerte”.

Oaxaca es el Paraíso, la Tierra Prometida. Tiene todo para disfrutarlo, pero sobre sus hijos pesa una maldición: los peores gobiernos del lejano y reciente pasado y, por supuesto, del presente.

No solo hay inteligencia, sino ante todo sobra sabiduría en sus mujeres y hombres. Su talento brota a borbotones a lo largo de sus pueblos, comunidades, ciudades, municipios y distritos.

Lamentable y dolorosamente, Oaxaca, la Gran Señora del Sur, sigue siendo Tierra de Conquista y de Saqueo Escandaloso, sin límite ni llenadera alguna, por propios y foráneos, de aquí y de allá.

Los ejemplos más recientes en los últimos días son la grata sorpresa de la Presentación del Libro de nuestra querida Yolanda Peach, La Cruz que Florece “donde es polvo, la mundanal grandeza”.

Desde el mismo escenario de la presentación de su obra prima, el viejo Panteón General de San Miguel, Duraznito, como es conocida por quienes la queremos, Yolanda manifiesta su grandeza.

Se necesita inteligencia, sabiduría y humildad, para reconocer que al morir la muerte es poca frente a la mucha vida que podemos disfrutar en este plano y dimensión, si aprendemos a vivir.

Yolanda, al igual que el juglar oaxaqueño Gil Rivera, escribe y cantan felices a la Vida y a la Muerte. El vate y cantautor presentó el video oficial de su lanzamiento musical más reciente, “Feliz de la muerte”.

Gil Rivera contribuyó al triunfo de la banda Bronco con una de sus canciones más populares, “Mi amigo Bronco”, escrita en honor a Homero Hernández, al fallecer el director y cofundador de Bronco.

No regateamos méritos a Yolanda y ni a Gil porque son nuestros hermanos, a quienes respetamos y admiramos y con quienes hemos librado batallas juntos luchando por un mundo mejor.

Ante Paco J. Sánchez, Carina Pérez García y César Sandoval, quienes como moderadores compartieron detalles sobre la trayectoria y la semblanza de la autora, Yolanda confió detalles de su singular historia de vida:

“Tuve la fortuna de ser una niña muy querida. Soy la primera nieta nacida en Oaxaca. A veces me preguntaba por qué parecía estar hecha de diferente madera que mis hermanos, y es porque a mí me educaron mis abuelos, mis tíos, en especial mi tía abuela”.

“Ella, todos los sábados, le llevaba a mi mamá un vestido para mí. ¡Imaginen! Estrenaba todos los domingos. Muy temprano, mi tía pasaba por mí. La acompañaba al Panteón San Miguel. Le llevábamos flores a su papá. Al salir, chocolate, atole y pan. Luego misa, matiné, paseo por el zócalo. Y me compraba un globo”.

“Un día en especial, al escribir la consigna del XI Mundial de Escritura, comencé a llorar. No podía dejar de llorar, pero tampoco podía dejar de escribir. Fue un texto que salió de una sola pieza. Una catarsis. Al finalizar, sin dejar de llorar, lo revisé antes de subirlo a la plataforma”.

“El día que publicaron la lista de semifinalistas, La cruz que florece estaba ahí, entre los nombres. Fue como ver encendida una vela en medio del Panteón San Miguel. Supe que era Oaxaca la que brillaba. Reafirmaba que en esta tierra hay muy buenas plumas”.

“Y lograr esa posición en el Mundial fue una señal. Entendí que La cruz que florece dejó de ser mía. Es también de Oaxaca, de sus voces, de su memoria. Dejó de ser una historia escrita para convertirse en un testimonio compartido”.

“Por eso estoy aquí: para devolverle a la tierra lo que me dio, en forma de palabras, subrayó. Esa es la razón de publicarla: porque las historias que tocan tierra no se guardan. Porque escribir desde aquí es decirle al mundo que la vida, incluso entre tumbas, siempre florece”.

Mi hermano Paco J. Sánchez resaltó que Peach aborda nueve temas centrales a lo largo de la obra: Memoria Familiar, Duelo, Amor, Identidad, Territorio, Espiritualidad, Herencia, Reconciliación y Permanencia.

“La Cruz que Florece” convierte al Panteón San Miguel en un territorio simbólico donde los vivos dialogan con sus muertos, donde la palabra adquiere el poder de sanar y donde la memoria brota y renace como una flor sobre la piedra.

El Día de Muertos en Oaxaca inspiró a Gil Rivera el poema libre, inédito, del que publicamos un fragmento, La Víspera y, la melodía “Feliz de la muerte”, que narra lo que piensa sobre esta. Puede escucharla en https://www.facebook.com/gilrivera2019/videos/348919912523375

La Víspera: “Mañana, Dios, me tiene preparado dos rodillas calientes, mezcal y ron, mañana… saldré de prisión y al rayo del sol, mis huesos sentirán calor, porque sé que es sentencia, y esas se cumplen siempre, veinticuatro horas plenas de humana felicidad, mil cuatrocientos cuarenta minutos para Ser, para estar con quienes me recuerdan y con quienes recuerdo y extraño tanto, mañana veré a los que amo, y el mundo que extrañé, lo volveré a tener…”.

“Y llenar totalmente de ilusiones mi cuerpo para no dejar huecos que deformen el traje… lo inflaré de recuerdos, hasta que esté abrazable… para empezar la fiesta, pequeña, casi niña, primero adolescente, bajo “luz mediodía” rojiza, refulgente… de un sol acariciante, reconociendo a todos, extraños y parientes, a esos que me recuerdan, hasta que el sol caliente… y entonces… se hará adulta la fiesta con mezcal y mole negro, chapulines, quesillo y tlayudas con asiento, agua de chilacayota u horchata con jiotilla, y nieve de sorbete o de leche quemada, paletas de cajeta o barquillos o frutas, y en jirones de tarde, con notas esenciales, la música que cimbra, las frases que me embriagan, la música de hogaño, y la de mis andares”.

“Mañana estaremos de fiesta por un día, insuficiente, con mis cinco sentidos gozaré ser Ser viviente, ser Ser por todo un día, por dos docenas de horas, mañana, tarde y noche… cantando, recordando… yo, feliz de la vida, besaré a los que me quieren, a los que me hacen seguir regresando, regresando… regresando porque mientras me recuerden, podré volver… y con ese sentimiento estaré feliz de la vida, y feliz de la muerte dormiré el año siguiente, feliz de la vida, feliz de la muerte…”.

Enhorabuena a nuestros hermanos Yolanda Peach, Yolanda Pérez Ojeda, y Gil Rivera. Que Dios les siga colmando de bendiciones al lado de su familia y amigos. Que sigan los éxitos. Salud y larga Vida. Abrazo fraterno.

alfredo_daguilar@hotmail.com                                                                              director@revista-mujeres.com                                                                                @efektoaguila

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