Crónica: Desalojo magisterial vocalía 03 INE 2015
Texto: Joel F. Gálvez Vivar Fotos: Karol Joseph Gálvez López
Aconteció aquel sábado seis de junio del 2015, el desalojo magisterial, a propósito de romperse la negociación sostenida entre las partes, gobierno federal con los representantes del magisterio oaxaqueño, quienes tomaron con exceso la instalación de la Vocalía 03 distrital del Instituto Nacional Electoral (INE), ubicada sobre la avenida dos de abril número 76 colonia Tepeyac de esta ciudad mixteca.
Los alegatos fundados como causal por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), eran atención y respuestas con inmediatez a las demandas planteadas en tiempo y forma, a la instancia gubernamental; según tras diversas nugatorias del gobierno federal, la gremial acordó como medida de presión, además boicotear las elecciones del siete de junio de 2015, la toma de la Vocalía 03 del INE.
Eran las 12:45 horas del sábado seis de junio del 2015, la parvada magisterial avanzaba en retirada, aliados con diversos grupos vandálicos de la ciudad, bajo consigna de hacer frente a las fuerzas federales; mantener el territorio y resistir por la causa magisterial.
En tanto, surge la quema de llantas por personajes de negro, cubiertos el rostro, entre gritos y lágrimas, inició la batalla campal, maestros contra paramilitares pertrechados, macanas y escudos transparentes con el que cubrían de cohetones y bombas caseras, piedras y pedazos de adoquín, lanzadas por el bando magisterial.
A escasos 15 minutos de inicio el enfrentamiento, sorpresivamente surcaron el azul cielo de Ñudee, tres helicópteros de la Policía Federal, dos a rasante vuelo intimidatorio, el otro optó sobrevolar en la lejanía, como vigilante quizás de refuerzos o alguna sorpresa, que los beligerantes pudieran pedir a la base operativa, emocionantes acciones de película, mientras los vecinos circundantes a la avenida dos de abril o carretera internacional ‘Cristóbal Colón‘ como espectadores, desde las azoteas miraban tan cruel y horrorizada guerra entre la raza humana, protagonizada por maestros y grupos vandálicos contratados explícitamente para hacer frente a las fuerzas de la Policía Federal, Guardia Nacional y Policía militar.
Garrotazos, piedras lanzadas con fuerza, golpes simultáneos, gas lacrimógeno, bombas caseras, cohetones, botellas con clavos y gasolina, entre otros objetos que utilizaron los combatientes, al mismo tiempo, cantaban hombres y mujeres, el himno de batalla magisterial, el brazo izquierdo en alto decían ¡desde el hondo crisol de la patria, levanta hostil mi bandera… Venceremos!
Mientras tenía lugar la trifulca, la radio comunitaria magisterial ‘Tu’u Ñu’u Savi’ ubicada entonces en la Escuela Normal Experimental Huajuapan llamaba al pueblo a sumarse a la gesta, a aportar su cuota de líquido hemático, pedían llevasen coca cola para contrarrestar los efectos del gas lacrimógeno que fuerzas federales les rociaron en sus rostros.
Entre oloroso, espeso y fuertes llamas por la quema de llantas, cuya negrura humareda oscureció instantáneamente el cielo del escenario cruento de combate, los mentores y aliados agitaban el brazo izquierdo en alto, retrocediendo de Poniente a Oriente, sobre la cinta asfáltica de la avenida dos de abril.
Rigoberto Peláez Escamilla, era líder sectorial Huajuapan de la Sección XXII del SNTE; el exlíder Rafael Bravo Rivera, entre otros mandos, se resistían al retiro, agrupándose para la resistencia hasta más no poder; tal pareciera que el propio suelo mixteco, aclamaba la presencia del generalísimo José María Morelos y Pavón, del Coronel Insurgente Valerio Trujano, ahora más que nunca la del Indio de Nuyoó José Remigio Sarabia, se necesitaba mayor valentía y fuerzas para romper el sitio, pero no fue así, antes de sentir la faena como derrota, la directiva magisterial, decidió la retirada pacífica, salieron en marcha, sin dejar de cantar el himno de batalla ¡Venceremos!, al mismo tiempo, las fuerzas federales ya relevándose sus elementos se alistaba para el combate final que no fue necesario ante la retirada consciente de combatientes, quienes se reagruparon en el Parque Independencia.
El sábado seis de junio 2015, más que fausto, si no que cuyo lomo se escribió con tinta sangre, letras de oro una página más de hechos heroicos en el anal de historia de esta patria chica, protagonizados por el sectorial de maestros aglutinados a la sección XXII del SNTE, aliados con grupos vandálicos diversos aquí existentes.
El mayor objetivo magisterial era y sigue siendo atención a sus demandas planteadas en tiempo y forma a la instancia gubernamental, además con amenazas de boicotear las elecciones a desarrollarse del día siguiente, domingo siete de junio 2015.
Cerca de las 16:45 horas cesaron las hostilidades, el cansancio se apoderó de los maestros y sus aliados; procediendo al parte informativo, con una baja de las fuerzas federales, pero hasta nuestros días nunca se reveló oficialmente; cuatro rehenes por cada bando; heridos no se contabilizaron para registro oficial, mientras que los rehenes fueron canjeados entre las partes previa concertación.
Cabe señalar que los heridos de ambos bandos, fueron atendidos y evaluados por paramédicos de la Cruz Roja Mexicana y la Comisión Nacional de Emergencia, quienes también inscribieron sus acciones como hechos heroicos en su participación.
La gran Ñudee, volvió sentir el candor y calor de las batallas, una mínima gota de sangre, pero sangre al fin, hubo que aportarse por la noble causa del magisterio oaxaqueño en su lucha por hacer imperar su doctrina e ideal.
Al igual que aquel cuartelazo cuya escena fue el cuartel militar ubicado sobre la calle de Nuyoó, con saldo de un soldado fallecido, mientras el Comandante en andanzas de rutina.
Al día siguiente sobrevolaron dos avionetas militares en búsqueda de responsables del suceso, el gobierno federal responsabilizo a militantes del Partido Acción Nacional (PAN), en concupiscencia con el clero local, hechos sin esclarecer hasta nuestros días.